29 de marzo de 2012

EXCOMULGADOS CUATRO CLÉRIGOS GRECOCATÓLICOS DE UCRANIA


Por proclamarse obispos y crear una Iglesia separada

CIUDAD DEL VATICANO, jueves 29 marzo 2012 (ZENIT.org).- Ofrecemos el texto de la Declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre el estatus canónico de los "sedicentes obispos grecocatólicos de Pidhirci", reverendos Eliáš A. Dohnal OSBM, Markian V. Hitiuk OSBM, Metodej R. Špiřik OSBM, y Robert Oberhauser.
*****
1) La Santa Sede ha seguido con viva aprensión la actividad puesta en marcha por los reverendos EliášA. Dohnal OSBM, Markian V. Hitiuk OSBM, Metodej R. Špiřik OSBM, y Robert Oberhauser, los cuales, expulsados de la Orden Basiliana de San Josafat, se han sucesivamente autoproclamado obispos de la Iglesia grecocatólica ucrania. Dichos clérigos con su comportamiento contumaz siguen desafiando a la autoridad eclesiástica, dañando moralmente y espiritualmente no sólo a la Orden Basiliana de San Josafat y la Iglesia grecocatólica ucrania, sino también a esta Sede Apostólica y la entera Iglesia católica. Todo esto provoca división y desconcierto entre los fieles. Los citados clérigos, tras dar vida a un grupo de "obispos" de Pidhirci, recientemente han tratado de obtener el reconocimiento y el sucesivo registro, por parte de las competentes autoridades civiles, como "Iglesia Ortodoxa Grecocatólica Ucrania".
2) Exponentes a varios niveles de la Iglesia desde el principio de este sufrido asunto han tratado en vano de disudirles de proseguir en comportamientos que pueden entre otro llevar a engaño a los fieles, cosa que ha sucedido en un número de ellos.
3) La Santa Sede, solícita en proteger la unidad y la paz del rebaño de Cristo, había esperado un arrepentimiento y un sucesivo consecuente retorno de los susodichos clérigos a la plena comunión con la Iglesia católica. Lamentablemente los últimos acontecimiento --como el intento no logrado de registro estatal del grupo de "Pidhirci" con el nombre de "Iglesia Ortodoxa Grecocatólica Ucrania"- han demostrado en cambio su contumacia.
4) Para salvaguardar, por tanto, el bien común de la Iglesia y la "salus animarum", dado que los sedicentes "obispos" de Pidhirci no han dado signo alguno de reconsideración, sino que siguen creando confusión y desorden en la comunidad de los fieles, en particular calumniando a los exponentes de la Santa Sede y de la Iglesia local y afirmando que la Suprema Autoridad de la Iglesia está en posesión de una documentación que comprobaría la plena validez de su ordenación episcopal, la Congregación para la Doctrina de la Fe acogiendo la petición presentada por parte de la Autoridad eclesiástica de la Iglesia Grecocatólica ucrania, así como otros dicasterios de la Santa Sede, ha decidido con la presente declaración informar a los fieles, especialmente en los países de proveniencia de los clérigos sedicentes "obispos" sobre su actual condición canónica.
5) Esta Congregación, disociándose totalmente de la actuación de los mencionados sedicentes "obispos" y de sus arriba citadas falsas declaraciones, formalmente declara no reconocer la validez de sus ordenaciones episcopales y de todas las ordenaciones que de ellas se han derivado o derivarán. Se hace saber, además, que el estado canónico de los cuatro mencionados sedicentes "obispos" es el de excomulgados según el cánon 1459 § 1 Codex Canonum Ecclesiarum Orientalium (CCEO), dado que, con la sentencia de segunda instancia del Tribunal Ordinario de la Iglesia Arzobispal Mayor Ucrania de 10 de septiembre de 2008, los mismos han sido reconocidos culpables de los delitos de los cánones 1462, 1447 y 1452 CCEO, es decir de los delitos de usurpación ilegítima del cargo; de fomentada sedición y de odio respecto de algunos jerarcas y de provocación de los susodichos a desobedecer; además del delito de lesión de la buena fama en otras partes mediante declaraciones calumniosas.
6) Se notifica además que la denominación "católica" usada por grupos no reconocidos por la competente autoridad eclesiástica se debe considerar ilegítima y abusiva según el cánon 19 CCEO.
7) Los fieles están, por tanto, obligados a no adherirse al susodicho grupo en cuanto este está, a todo efecto canónico, fuera de la comunión eclesiástica y son invitados a orar por los miembros del mismo grupo para que puedan arrepentirse y volver a la plena comunión con la Iglesia Católica.
Desde el Palacio del Santo Oficio, 22 de febrero de 2012
William cardenal Levada, prefecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario