Notas Pastorales

Notas Pastorales
Décimo Cuarto Domingo

del Tiempo Ordinario /C

“Evangelizadores”

Nuestro Señor elige y envía a estos setenta y dos, a fin de que anuncien su Reino a los habitantes de aquellos lugares a donde debería ir Él a llevar la salvación.

Pues bien, hoy por hoy, Cristo quiere seguir enviando evangelizadores a rodos los sectores y niveles de la sociedad de nuestro tiempo.

En efecto, qué importante es el que existan agentes de evangelización, catequistas, que se dediquen a motivar, enseñando pedagógicamente a nuestros niños a conocer y a encontrase con Jesús.

Cuánto bien le hace a esos pequeños, el ser iniciados en la vivencia de la fe cristiana. Cómo allí se siembran valores de los futuros conductores y ciudadanos responsables, ya que esas enseñanzas, buscaran que esos niños vayan creciendo en la aceptación del bien y el rechazo al mal.

Que gran servicio se le presta a la sociedad cuando se catequiza a sus niños.
Por otra parte, cómo es necesario evangelizar a los jóvenes, crearles causas verdaderas, ideales auténticos. Es imprescindible desde la fe, motivarlos en los buenos modales, en la urbanidad, en el respeto a sí mismo y a los demás.

Es urgente que ellos aprendan a cumplir con su deber, como también a exigir sus derechos.

A través del evangelio se les enseña la fraternidad, la verdad, la justicia. Ellos entenderán que Dios no quiere la miseria, sino dignidad para todos. Ellos desde la Iglesia le encontrarán sentido a sus estudios.

Cuánto bien le hace a los jóvenes ser evangelizados.

Qué importante son los evangelizadores.

Al mismo tiempo a los adultos, a los profesionales, a los comerciantes, empresarios, técnicos, obreros; cuánto bien les hace el ser evangelizados siempre, por la liturgia, el estudio, los grupos, la oración, dirección espiritual; ya que esto fortalece a la familia, hace que disminuyan los divorcios, los sufrimientos conyugales y las angustias de los hijos. La evangelización hace que se aminore la corrupción y permite construir una sociedad mas justa, eficiente y feliz. Por eso, hoy necesitamos muchos, pero muchos evangelizadores en esta sociedad moderna.

Mons. Antonio José López Castillo
Arzobispo de Barquisimeto