3 de septiembre de 2010

La falta de Planificación...

Homilia de Mons. Antonio José
Vigésimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario /
Ciclo C


“PLANIFICACION”

El camino de la improvisación, a llevado amuchas personas al fracaso.

La falta de planificación, ha hecho perder tantos esfuerzos, y ha desperdiciado sobre todo ese tesoro que llamamos tiempo.

La falta de organización, no sólo es un gran error, sino que es una irresponsabilidad de gran magnitud.

A veces, podemos pensar, por qué yo soy tan creyente y me va mal en tal actividad o negocio.

Lo que no queremos ver a veces, es que a parte de coyunturas excepcionales, puedo fracasar, no por creyente, sino por mal administrador y desordenado.

El ser creyente, implica ser también planificador y buen estratega en gran ó pequeña escala.

Cuantas imprudencias, por no medir bien todo el conjunto.

A veces es fácil de echarle la culpa a ciertos desaciertos a la mala suerte, o que eso era mi destino, pues, la cosa no es tan simple.

Cuantas improvisaciones y desbarajustes que queremos esconder con aquello de la voluntad de Dios, descargando en Dios nuestros errores.

Creo que hay que diferenciar. Una cosa es la permisión de Dios, respetando el abuso de nuestra libertad y otra es la verdadera voluntad divina.
Por eso es muy importante planificar nuestro trabajo personal, familiar y comunitario.

Debemos saber que es lo que queremos, cual es el objetivo buscado, cuales son los medios reales para llegar a ellos, y junto a esto tener la capacidad de ejecutarlo, llevarlo a la práctica con eficiencia, pero entendiendo que ese trabajo se debe evaluar y rectificar constantemente.

Las cosas hechas a lo loco, no llevan a ninguna parte.

En cambio la organización, nos enseña a ver si vamos bien o si es necesario corregir el rumbo.

Dentro de ese espíritu planificador, se aúnan esfuerzos, y se crea el trabajo de equipo, de participación y comunión.

Entonces, si se quisiera hacer un edificio, se deben hacer bien los cálculos para iniciar y terminar. Eso significa, ser responsable y ser exitoso.

Nuestra fe nos exige, junto a la gracia divina, ser buenos planificadores y responsables ejecutores.

Mons. Antonio José López Castillo
Arzobispo de Barquisimeto


No hay comentarios:

Publicar un comentario